No hay mucho nuevo ya que escribir sobre el escándalo organizado por las pretensiones del Gobierno de imponernos una censura a la publicación en Internet sin el respaldo previo de un juez o jueza y la respuesta multitudinaria en forma de apoyo al manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en Internet”. Empiezan a aclararse ya algunas cosas, como la posibilidad de que todo esto esté relacionado de alguna forma con el poco transparente acuerdo ACTA (“Anti-Counterfeiting Trade Agreement”) que está intentando imponer USA a Europa, y que no quieren que sea sometido al escrutinio público europeo, porque sería rechazado por la ciudadanía democrática europea, y por los ISPs. O cómo, aunque la ministra de cultura esté teniendo ahora que soportar en solitario el chaparrón (ella se lo ha buscado), las órdenes, sin embargo, parecen provenir de más arriba, directamente desde el gabinete de Zapatero, de mano de José Enrique Serrano*. A nuestros políticos y políticas parece, de alguna forma, atraerles cada vez más la idea del despotismo ilustrado (“todo para el pueblo, pero sin el pueblo”), que la de la democracia (forma de gobierno en la que las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que le confieren legitimidad a los y las representantes).

De lo que sí me gustaría hablar es de lo decepcionante que es la actitud de los “artistas” que están demandando esa reimposición de la censura y el desmantelamiento de las garantías que supone que los derechos garantizados por la Constitución solo puedan ser cercenados por un juez. Aún no he conseguido encontrar la lista completa de todas las personas firmantes del manifiesto que presentaron al ministro Sebastian solicitando estas medidas, pero sí que hay muchos nombres que han salido repetidamente en los medios. Es muy triste encontrar en esa lista a muchas personas que se han hecho famosas por defender las libertades civiles, y que ahora se quitan la careta, mostrando al mundo de forma abierta una notable hipocresía. ¿Quienes han firmado lo habrán hecho realmente con plena conciencia, o habrán sido las discográficas y los lobbies quienes les han forzado a hacerlo?
En la listas de nombres que están saliendo aparecen personas que, a estas alturas, no nos ofrecían ya ninguna confianza, porque ya se habían quitado la careta de alguna forma hace tiempo, pero aparecen otras que están resultando sorprendentes para mucha gente. La lista incluye nombres como Ana Belén y Victor Manuel, Luis Eduardo Aute, Miguel Bosé, Ana Torroja, Raphael, El Canto del Loco, La Oreja de Van Gogh o La Quinta Estación, pero también otros como Andrés Calamaro, Joaquín Sabina, Pedro Guerra, Chambao, Dover, Pereza, Estopa, Sidonie, Mägo de Oz, Celtas Cortos, Benito Kamelas, Poncho K, etc.
Lo que más duele es ver en ella a muchos y muchas artistas que han hecho fama vendiéndose como defensores de los derechos y las libertades de las personas liberales, como pseudo-hippies, idealistas… resulta muy decepcionante darse cuenta de que todo eso era mera fachada. Luego se extrañarán de que la gente sea una descreída, que estemos enmedio de una enorme crisis de valores y que nos parezcan todos iguales.
Como nota positiva, hay grupos que no he visto en ninguna de las listas, como Amaral, Alaska, Hombres G, …

De lo que sí me gustaría hablar es de lo decepcionante que es la actitud de las y los “artistas” que están demandando esa reimposición de la censura y el desmantelamiento de las garantías que supone que los derechos garantizados por la Constitución solo puedan ser cercenados por un juez. Aún no he conseguido encontrar la lista completa de todas las personas firmantes del ya famoso manifiesto del 20 de octubre, que presentaron al ministro Sebastian solicitando estas medidas, pero sí que hay muchos nombres que han salido repetidamente en los medios. Es muy triste encontrar en esa lista a muchas personas que se han hecho famosas por defender las libertades civiles, y que ahora se quitan la careta, mostrando al mundo de forma abierta una notable hipocresía. ¿Quienes han firmado lo habrán hecho realmente con plena conciencia, o habrán sido las discográficas y los lobbies quienes les han forzado a hacerlo?

En las listas de nombres que están saliendo aparecen personas que, a estas alturas, no nos ofrecían ya ninguna confianza, porque ya se habían quitado la careta de alguna forma hace tiempo, pero aparecen otras que están resultando sorprendentes para mucha gente. La lista incluye nombres como Ana Belén y Victor Manuel, Luis Eduardo Aute, Miguel Bosé, Ana Torroja, Raphael, El Canto del Loco, La Oreja de Van Gogh, Loquillo o La Quinta Estación, pero también otros como Andrés Calamaro, Joaquín Sabina, Pedro Guerra, Chambao, Dover, Pereza, Estopa, Marlango, Sidonie, Mägo de Oz, Celtas Cortos, Benito Kamelas, Poncho K, etc.

Lo que más duele es ver en ella a muchos y muchas artistas que han hecho fama vendiéndose como defensores de los derechos y las libertades de las personas liberales, como pseudo-hippies, idealistas… resulta muy decepcionante darse cuenta de que todo eso era mera fachada. Luego se extrañarán de que la gente sea una descreída, que estemos enmedio de una enorme crisis de valores y que nos parezcan todos iguales.

Como nota positiva, hay grupos que no he visto en ninguna de las listas, como Amaral, Alaska, Hombres G, … . Por otra parte, hay artistas como Carmen París o Conchita que se han distanciado del discurso “antipiratería” de las discográficas.

* Nota: Ya que la página de la Wikipedia sobre este hombre ha sido eliminada: José Enrique Serrano Martínez (Madrid, 1949): Nieto del abogado y político Francisco Martínez García, es un político español, abogado y profesor de la Facultad de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid (Universidad de la que ha sido Secretario General). En 1987 fue Director general de Personal del Ministerio de Defensa, cuando su titular era Narcís Serra. En 1991, al ser nombrado vicepresidente del Gobierno Serra, pasa al entorno de la Presidencia. Fue subdirector del Gabinete de Felipe González en 1993 y Director de Gabinete en 1995. Entre 1997 y 2000 fue Director del Gabinete del Secretario General del Partido Socialista Obrero Español. Con la vuelta del PSOE al poder vuelve a funciones similares, al ser Jefe del Gabinete del Presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, desde 2004.